Analicemos un poco el siguiente texto, de la tumba de Paheri (El Kab, dinastía XVIII):
“He sido puesto en la balanza. He salido de ella examinado, intacto, salvado. Yo iba y venía, con las mismas cualidades en mi corazón. No he dicho mentiras contra nadie, pues conocía al dios que está en el hombre, estaba perfectamente instruido y sabía distinguir esto de aquello. He cumplido con todas las cosas con arreglo a las palabras”.
"No he dicho mentiras contra nadie, pues conocía al dios que está en el hombre": por un lado, no podemos mentirnos a nosotros mismos. Toda nuestra información la tenemos almacenada, ya sea a nivel consciente, subconsciente, inconsciente o supraconsciente. En ocasiones mentimos a otras personas en un intento de teñir información, de teñir la realidad, para enmascarar algo que no queremos que exista en un momento dado.
Por otro lado, Dios está en nosotros. Todos tenemos la Chispa Divina, todos venimos de Dios, del Infinito, del Universo, o como quiera llamársele, al final es lo mismo: compartimos origen y esencia básica. Mentir a otro es mentirse a uno mismo, y por tanto es imposible. Podemos engañar a la mente consciente (que generalmente es la menos consciente de todas), pero eso es todo. Lo único que hacemos al mentir es retrasar el momento de ser más felices, ya que la verdad nos da paz.
Generalmente las mentiras que más nos resistimos a desmentir son las que se apoyan en otras mentiras, y así vamos haciendo una bola cada vez más grande de falsedad, sin llegar nunca a un final, más que cuando decidimos decir la verdad y así podemos descansar.
"Estaba perfectamente instruido y sabía distinguir esto de aquello”: Paheri está instruido en saber distinguir la Verdad. Él habla verdades y sabe distinguir las verdades de las mentiras. Solo puede conocerse realmente lo que se aprende por experimentación.
"He cumplido con todas las cosas con arreglo a las palabras”: aquí "las palabras" se refiere a la Creación, a las leyes de la Creación, a Maat, ya que para crear se emplea la palabra: hablar y crear es lo mismo. Paheri asegura haber cumplido con todo según la Creación, es decir, sin abominarla.
Esto lo encontramos en el cristianismo, sin ir más lejos.
“De este modo, sucedió que el corazón y la lengua cobraron supremacía sobre todo miembro (del cuerpo) según la enseñanza que él (Ptah, como corazón) está en todo cuerpo y ella (Ptah, como lengua) en toda boca de todos los dioses, todos los hombres, todo el ganado, todos los reptiles, y todo lo que vive, concibiendo todo lo que desea y señalando lo que desea (que exista)”
El hombre "es" Dios en un sentido que escapa a la razón. Si la mente intenta comprender esto, pueden asociársele ideas de poder, panteístas y una larga lista de ideas equivocadas que solo conducen a la pérdida. Por tanto no hace falta intentar comprender esto mentalmente. Con practicar un poco la meditación, se llega en mejor modo a esta comprensión interna.
Muy lindo
ResponderEliminartú sí que eres lindo mi amor
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